La Sala Verde fue a San Nicolás. Algunos de cuerpo presente (11 autos llenos de gente) y otros (todo el resto) en oración.
La Virgen nos reicibió como siempre, con los brazos abiertos. El Santuario protegía del calor. Y de la tristeza.
Porque ahi, luego de rezar un rosario, mirar a los nenes moverse por el Templo, compartir un almuerzo ruidoso, dejar nuestros pedidos y nuestras intenciones. Rogar. Ahi, cuando volvimos a agarrar el camino para volver a casa, tuvimos la certeza una vez más... Tenemos Fe.
Entonces, no sólo estabamos en el camino.
Creemos. Estamos Ecaminados.
lunes, 7 de enero de 2008
EN EL CAMINO... Y ENCAMINADOS
Publicado por BETA en 8:54
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