LA HISTORIA DEL BIBLIOTECARIO

Queridos visitantes del Blog. Gustavo (Papá de Facundo) comparte con nosotros su historia. Es una historia de Fe. Los Borrajo la tienen muy presente. Y el ha sabido plasmarla de un modo que merece ser leída mil veces. Disfrutenla.

Cuando era un adolescente, era un nadador excepcional (modestia aparte). Un buen día, cuando recién llegaba a los 15 años (o añitos viéndolo desde esta altura ahora), tuve una convulsión. Stress post entrenamiento dijeron, pero no fue así. Seguí con convulsiones los días subsiguientes. No quiero entrar mucho en detalles, pero la realidad es que tenía más de 3 o 4 o 5 por día y nadie sabía producto de que era. Dos años en estas perspectivas. Por supuesto mi MAMA (si, con mayúscula) no dejaba de ver a todo el mundo, hasta que se encontró con el Padre MARIO (también con mayúscula). A decir verdad no estaba cuando fue a Gonzalez Catán, pero le dejo una foto mía y esa misma noche, llamó por teléfono y le dijo “SU HIJO TIENE CONVULSIONES, producidas por un tumor cerebral del tamaño de una uva en el lado izquierdo del cerebelo”. Casi perdemos a la vieja. Después de pelear con medio mundo para que me hagan una resonancia (en ese momento había solo 3 en el país, SI, Y QUE, YA PASO MUCHO TIEMPO), apareció lo dicho por el Padre MARIO. Operarme era casi imposible, pero un médico Argentino se animó y lo hizo. En ese momento necesite mucha ayuda, y la tuve de MI FAMILIA, AMIGOS y LASALLANOS (todos con mayúscula) porque yo soy Lasallano y la familia lasallana es enorme y hermosa. Me acuerdo de la cadenas de oración que se hicieron por mí. Yo estaba muy enojado con DIOS, pero tanta gente confiando en él por mí, que me hizo darme cuenta que no me iba a dejar. Y así fue, mi historia, recuperado, CASI CASI NORMAL (jajajajaja) la parte no normal mía no tiene nada que ver con la operación, y créanme soy un tipo FELIZ.
Pedrito, todos te queremos ver recuperado, pero lo más importante es que hasta que llegue ese momento, vos, tus papis y familiares NO ESTAN SOLOS, están con nosotros y con DIOS.


GRACIAS GUSTAVO POR RENOVAR LA FE. No alcanza con desear. HAY QUE CREER.